La primera formación, bajo el título “Llamados a ser uno”, se centra en el Primer Anuncio, el núcleo de la fe cristiana: Dios nos ama incondicionalmente y nos llama por nuestro nombre, incluso en medio de nuestras fragilidades.
Está dirigida a los jóvenes cofrades, que muchas veces participan activamente en procesiones y actos de hermandad, pero sin haber tenido todavía un verdadero encuentro con Cristo. Esta formación quiere mostrar que ser cofrade no es solo una tradición heredada, sino una vocación que encuentra su sentido en Jesús. Desde ahí, lo que hacemos, sacar un paso, portar un cirio o tocar una corneta, se transforma en un testimonio vivo del Evangelio.
El objetivo es despertar la fe y el deseo de caminar con Cristo, aprender a escuchar su voz en lo cotidiano y descubrir que en la cofradía somos instrumentos de Dios para salir al encuentro de otros.
Al mismo tiempo, busca fortalecer la unidad entre los jóvenes, llamados a ser faro de esperanza en sus hermandades y a mostrar juntos, con alegría, que Jesús está vivo y presente en medio del mundo.