Elche
Elche fue la primera ciudad española que obtuvo tres bienes inscritos en las diferentes categorías de Patrimonio Mundial de la Unesco: El Palmeral de Elche, El Misteri d'Elx, y, Centro de Cultura Tradicional-Museo Escolar de Puçol.

Ciudad Vibrante y Monumental
Su Dama, el palmeral y el Misteri, han hecho a este oasis mediterráneo universalmente conocido. Quién se adentra en Elche encuentra una animada ciudad, monumental, con amplios espacios verdes, poblada de palmeras y más allá de sus límites, paisajes naturales de gran valor ecológico. Los ilicitanos viven con pasión sus fiestas: el Misteri, la Nit de l’Albà, su Semana Santa y otras muchas, participando activamente en su organización y disfrute.
Además las amplias playas de arena fina en un entorno de gran belleza, una gastronomía mediterránea de raíces árabes, el comercio y el turismo activo acaban de conformar una oferta completa y de calidad.

El grandioso palmeral, una de las herencias de los cuatro siglos de presencia árabe, es el símbolo inequívoco de la ciudad, que ha sabido luchar por sacar partido a la tierra frente al sol implacable y la escasez hídrica. El uso del agua, su distribución y aprovechamiento ha sido una constante en el paisaje ilicitano, que sigue empleando una red de acequias, partidores, ramales y saltos de agua que datan de la época islámica. Todo ello fue determinante para la declaración del palmeral como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
La tierra que vio nacer a la Dama, que contempló fascinada el surgimiento medieval de ese prodigio llamado Misteri; que sembró, cultivó y cuidó cientos de miles de palmeras, bajo cuya amable sombra discurre la vida cotidiana de sus ciudadanos; la tierra, en fin, que ha sido merecedora por parte de la UNESCO detres declaraciones de Patrimonio de la Humanidad ha de ser, por necesidad, una tierra de matices y contrastes.

Pasado, Presente y Cultura
El recorrido sosegado por las calles y plazas del centro histórico de Elche permite descubrir la combinación de construcciones nobles y monumentales (Basílica de Santa María, alcázar de la Señoría, torre de la Calahorra, convento de la Merced y Ayuntamiento, entre otros), testimonio de un rico pasado, con los edificios propios de una ciudad joven y dinámica. Esta riqueza arquitectónica se complementa con una red de museos cuyos contenidos son de indudable atractivo para el visitante.

Además de su gran riqueza cultural, Elche ofrece una excelente gastronomía, en la que se emplea la gran variedad de productos que ofrece la zona. Una rica huerta y la proximidad de la costa marcan la historia culinaria de la población. El plato más conocido de la cocina ilicitana es el Arroz con Costra, aunque también hay que destacar el Arroz con Conejo y Caracoles y sin olvidar el tradicional Puchero con Pelotas.
De los postres hay que destacar los frutos de la Verra, donde destacan los dátiles, fruto de nuestras palmeras y la Granada Mollar de Elche con Denominación de Origen Protegida, así como también la Tarta de Elche o el Pan de higo. Entre las bebidas tradicionales encontramos el destilado de la flor de cantueso, el anís de paloma (el popular “Nugolet”) y el Licor de Dátil.

A la hora de buscar un lugar donde saborear las maravillas gastronómicas de la cocina ilicitana, la ciudad ofrece muchas oportunidades, tanto en el casco urbano como en las inmediaciones, en el campo de Elche. El visitante dispone de una amplia oferta de restaurantes que abarcan la cocina mediterránea tradicional de la zona, la cocina internacional y la más moderna cocina de autor.
Y si lo que desea es ir de tapas, hay interesantes lugares donde saborear los productos más exquisitos.